La serie “un chiste” hace referencia irónicamente a prácticas sexuales relacionadas con gentilicios. Hablar de sexo siempre ha sido un tema tabú y a finales del siglo XIX cuando surgen los prostíbulos sofisticados, comienzan a aplicarse otros nombres: «Se habla de hacer un francés o un griego para no aludir a lo que significan directamente porque queda mal llamarlo por su nombre, siempre es más fino decir “francés” o “griego”»
Existen muchos más gentilicios asociados a prácticas sexuales, pero la autora quiso centrarse en esos tres por ser las prácticas más representativas que surgen en el ámbito de la prostitución.
La serie fue creada para un proyecto de comisariado en torno al deseo y el placer para la Hybrid Art Fair 2019 y el precio de venta de cada una de las obras es el precio de lo que cuesta la práctica sexual a la que alude.